Polipectomía

Tanto en el tubo digestivo superior como en el intestino grueso, podemos encontrar lesiones elevadas llamadas pólipos. La endoscopia permite la extirpación de dichas lesiones en la mayoría de los casos. Para ello, el paciente deberá realizar la preparación habitual para gastroscopia o colonoscopia.

¿En qué consiste?

La polipectomía se realiza a través del endoscopio y consiste en la extirpación del pólipo mediante un lazo que corta, mediante un bisturí eléctrico, la base del pólipo. El mismo corte, permite coagular el punto, por lo que reducimos el riesgo de sangrado. Posteriormente se recupera el pólipo para su estudio en el laboratorio por el Anatomopatólogo.

 
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¿Qué preparación necesita?

 

En la polipectomía del colon ó recto –la más habitual- la preparación es la misma que la de una colonoscopia habitual. En la polipectomía del estómago, sólo habrá que permanecer en ayunas las 6 horas previas. Es muy importante que advierta a su médico de TODOS los medicamentos que toma, tanto de forma habitual como ocasional. Especialmente de aquellos que alteran la coagulación, tanto anticoagulantes (Sintrom®, Aldocumar®) como antiagregantes (aspirina, Clopidogrel) o similares (Adiro®, Tromalyt®, AAS®, Plavix®, Iscover®, Tiklid®, Ticlopidina®, etc...). Su médico se los suspenderá varios días antes de la prueba y los podrá retomar varios días después. En algunos casos puede que sustituya un anticoagulante por una inyección diaria subcutánea. Todo ello para reducir al mínimo el riesgo de sangrado con la polipectomía.

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