Obesidad.

Recientemente se ha definido la obesidad como una enfermedad crónica, progresiva, incurable, recidivante y potencialmente mortal. 

 

La obesidad es una de las más graves epidemias del mundo occidental. Se trata de un importante y grave problema de salud que afecta ya a más del 50% de los ciudadanos. En cerca del 7 % de los casos se trata de obesidad mórbida (es decir, grave). 

Más aún, ha sido este pasado año en que la tasa de obesidad infantil en España ha superado a la de Estados Unidos, uno de los países del mundo con un problema más grave de obesidad. 

Pese a que inicialmente se trata de un problema de salud cuyo tratamiento corresponde al endocrinólogo, la gastroenterología puede aportar soluciones que ayuden a resolver este problema.

Es sabido que la dieta es fundamental como parte del tratamiento, pero tal vez sea menos conocido que la gran mayoría de los pacientes sometidos a una dieta de adelgazamiento recuperan su peso previo o lo ven incrementado al cabo de un año. La consecuencia final es la frustración y el abandono del esfuerzo para resolver el problema.

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Todo esto nos demuestran que en la mayoría de los casos, la dieta sola no es una solución eficaz a medio o largo plazo para el paciente obeso.

En la obesidad grave –mórbida- la solución inicial debe ser la cirugía (llamada cirugía bariátrica). Pero también sabemos que no está exenta de riesgos y complicaciones. Determinadas técnicas condenan al paciente a tratamientos de por vida con suplementos de minerales, vitaminas y medicación.  En manos expertas su papel es incuestionable y las complicaciones y riesgos –posibles con estas intervenciones- se ven reducidas por la experiencia de un profesional dedicado desde hace años a este problema.

Pero antes de ese paso, podemos aún intentar otras alternativas menos “agresivas” y con efectos secundarios escasos y poco frecuentes. De los múltiples soluciones propuestas, muy pocas resisten el paso del tiempo y de la revisión crítica.

Los métodos actualmente más estudiados han sido incorporados por nosotros. Los revisaremos: Son el balón gástrico, el método POSE, la ENDOMANGA y el método Apollo. Vamos a verlos:

Balón intragástrico

Este sistema, conocido desde hace años y popularizado en los últimos años en los medios de comunicación, lo venimos utilizando desde el año 1988 cuando comenzamos como pioneros a emplearlo con nuestros pacientes. Más de 20 años de experiencia nos avalan en el tratamiento de la obesidad con este método. Ha sido mejorado con los años, superando los resultados iniciales, que actualmente son bastante predecibles. Su eficacia ha sido demostrada con miles de pacientes en todo el mundo. Cientos de pacientes procedentes de  nuestra Comunidad y de otras partes de España han sido atendidas por nuestro equipo. Ellos son nuestra mejor publicidad.


Endomanga

La endomanga es una evolución del método POSE. Copia de él su sistema de suturas pero el número de ellas es mayor y la localización en el estómago cambia completamente. El resultado final es la formación de un estómago prácticamente tubular, similar al que realizan los cirujanos con su manga gástrica laparoscópica y con unos resultados que se aproximan mucho a los conseguidos con la cirugía. Para el paciente no hay diferencias con el POSE, pero los resultados son muy diferentes. 


Método POSE

Recientes avances técnicos en la cirugía endoscópica han permitido resolver problemas técnicos y disponer de herramientas que ofrecen un resultado definitivo en el tratamiento de la obesidad.

Desde hace casi 10 años realizamos este procedimiento que permite el tratamiento de la obesidad con un método similar al quirúrgico pero evitando el acceso a través de la piel. Se alcanza y opera el estómago por vía endoscópica, es decir, a través de la boca, similar a una endoscopia convencional. Este método se denomina POSE (acrónimo de Primary Obesity Surgery Endolumenal) y que podría traducirse por Cirugía primaria de la obesidad por vía endoluminal, es decir endoscópica.

Mediante este método, a través de la boca introducimos el instrumental que permite “operar” el estómago sin necesidad de abrir el abdomen. No hay pues, incisiones ni puntos ni dolorosas cicatrices. Además, al no haber heridas, se reduce de forma dramática la posibilidad de infecciones. Y si no hay  heridas ni curas o apósitos, tampoco hay apenas dolor post-operatorio. Ni tampoco huellas o cicatrices que delaten el tratamiento si queremos mantenerlo oculto a los demás.

Suena interesante ¿verdad? Si es así y desea más información, haga clíc en el botón o llámenos para concertar una visita para recibir información personal para su caso.


Método APOLLO

Un avance más en la técnica ha permitido hace pocos años desarrollar un sistema de sutura continua por vía endoscópica. Gracias a ello, surgió el método Apollo. Éste procedimiento copia en parte el mismo sistema que emplea la cirugía de la obesidad para su procedimiento más empleado: la manga gástrica. De forma similar se realiza el Apollo. Con él se sutura el estómago –desde dentro- para “estrecharlo” hasta dejarlo como un tubo. Al reducir gran parte de su capacidad la ingesta de alimento se reduce y por tanto se cumple mejor la dieta. Los resultados de más de 5 años en el mundo superan en resultados de pérdida de peso al resto de técnicas. Sería comparable a la cirugía… pero sin cirugía. Mire en el enlace para saber más de este método.

¿Se encuentra interesado algún tratamiento de la obesidad?

Puede contactar con la ‘Consulta de OBESIDAD del Grupo Hospitalario Hernán Cortés’ donde se le informará del procedimiento más adecuado a su caso.