Gases y Meteorismo

¿Qué son los gases o flatulencias?

Cuando hablamos de “gases” con frecuencia nos referimos a molestias digestivas no siempre producidos por el gas. Algunas enfermedades pueden producir síntomas similares, por eso primero debemos cambiar hábitos y dieta para mejorar los molestos síntomas. Y solo después, si no obtenemos una clara mejoría debemos descartar una enfermedad de fondo.

La presencia de gas es normal en el tubo digestivo. Todos ingerimos gas continuamente, unos 2-3 ml de aire en cada deglución. El meteorismo sería la presencia aumentada de gas o las molestias producidas por ese gas. Pero, ¿De dónde procede ese gas?
Prácticamente todo el gas digestivo tiene dos orígenes distintos:

  1. El aire que tragamos. No suele pasar del primer tramo del tubo digestivo, y solo un exceso de gas deglutido (la llamada aerofagia) es causa de molestias abdominales. Las bebidas con gas o la ansiedad son dos causas claramente conocidas de aerofagia.

  2. La otra fuente de gas en el intestino procede de la fermentación de algunos componentes de los alimentos en el intestino grueso. Algunas bacterias de nuestra flora intestinal son capaces de generar gas.

¿Qué alimentos son los que más “productores” de gas?

Los alimentos más propenso a fermentar en el intestino son los carbohidratos –los azucares-. Una dieta rica en esos alimentos favorecerá la mayor fermentación y producción de gas. Algunos alimentos son claramente conocidos:

Todas las leguminosas (las legumbres, cebolla, guisantes, alcachofas…), los productos integrales (pan o pasta integral, salvado de trigo…), judías, apio, almidón, y frutas como el plátano, pasas, ciruelas, albaricoques también son causantes de gas. Por ejemplo, la manzana tiene un 20% de gas en su composición.

Pero también la lactosa, aún en pacientes sanos. Evidentemente en los pacientes con intolerancia a la lactosa el fenómeno es mucho mayor.
A cambio, algunos carbohidratos complejos como el arroz o el trigo sin gluten tienen una absorción completa, por eso algunos pacientes que hacen dieta sin gluten, sin ser celiacos, notan menos molestias abdominales y creen ser celiacos por ese motivo.

¿Cómo podemos hacer para evitarlos?

Una vez descartadas enfermedades que pueden producir síntomas similares, entonces toca cambiar nuestros hábitos de vida. Que consejos debemos llevar a cabo para mejorar:

Sabemos que la ansiedad y el estrés aumentan la deglución de gas. Igual que el aire seco (calefacciones), o roncar.

Evidentemente debemos evitar las bebidas con gas o el consumo de tabaco. También debemos evitar aquellos alimentos que aumenten la salivación (chicles, caramelos, etc.)

Caminar o actividad física. Por ejemplo, dar un corto paseo tras la comida ayudará a mejorar la digestión y aliviar los síntomas.

Evitar el estreñimiento: beber abundante agua, caminar, aumentar la ingesta de verduras o fruta con piel y, en caso necesario, algún laxante suave.

Evidentemente reducir los alimentos más “productores de gas” es clave del tratamiento y una dieta pobre en carbohidratos ayudará a aliviar síntomas.

Algunas especias pueden tener un suave efecto carminativo (ayudan a eliminar el gas digestivo) como el anís, el hinojo o el clavo.

El empleo de probióticos no ha demostrado una clara mejoría y solo de forma puntual algún paciente puede notar mejoría con su uso.

Los fármacos populares para “los gases” (AeroRed® o similares) tienen un efecto antiespumante por lo que pueden facilitar la mejor eliminación del gas.

Y en último término, si no obtenemos mejoría con estos consejos, siempre existe la posibilidad de pedir la colaboración de nuestro médico para estudiar otras posibles causas.

Autor: Dr. Carlos Silva.
Unidad de Obesidad HC.
Consultas HC Miraflores.
Ubicadas en Paseo de los Rosales 28 dpdo.
Grupo Hospitalario Hernán Cortés

Anterior
Anterior

Estreñimiento

Siguiente
Siguiente

Obesidad y su tratamiento